A mediados del año 1974 me tocó ser jurado en un concurso de música testimonial, organizado por la UNAN-León. Los clasificados fueron siete, pero en la ronda final quedaron dos intérpretes con el mismo puntaje: Grace Kelly con la canción “Juan Cantillano”, original del ganadero y escritor Sebastián “Chan” Vega y un joven cantautor de origen obrero Pablo Martínez Téllez quien defendía el tema “El Niquinohomeño”, de su propia autoría. Al final, resultó vencedor el mentado Pablito, quien –al cantar nuevamente su homenaje a Sandino-, se creció de tal manera, que ya no quedó la menor duda de lo que habría de ser en el futuro: un auténtico trovador, nacido del corazón bravío del barrio Guadalupe.
Cuando fui a felicitar a los participantes le dije a Pablo: Te invito a ser miembro del “Taller de Sonido Popular”. Vamos a componer una misa campesina y me encantaría contar con tu talento. Este es mi teléfono. Ponéte de acuerdo con Pan de Rosa y dentro de un par de semanas nos encontramos para trabajar.
El cantor se apareció en la comarca Nejapa. Lo recuerdo clarito: los ojos brillantes, su guitarra y una bolsa plástica con un peine, un cepillo de dientes y dos mudadas. – Se trata de una Misa donde debe estar la síntesis de nuestra Nicaragua: Pueblos, ríos, montañas. Pero también todo el entorno natural: aves, peces, comidas, bebidas... Como quien dice el amplio arco iris de la identidad nacional.
Pablo se quedó trabajando en mi casita de Nejapa y cuando regresé a las 4pm, lo encontré jugando “jambol” con los chavalos de la comarca. Ve qué lindo! –le reproché- te dejo todo el día para que compongás el canto de meditación y mirá que espectáculo. –No te preocupés –respondió Pablito mientras fildeaba un batazo- Te tengo dos canciones para que escojás una.
Les juro que no se lo creí. Pero antes de la cena, el Guadalupano puso en el tapete dos canciones nuevecitas. Una de ellas, el famoso Canto de los Pájaros, hoy traducido a seis idiomas.
CANTO DE MEDITACIÓN
Letra y Música
Pablo Martínez Téllez
Antes que nazca el día
los pájaros del monte
nos dan sus melodías
los güises y zenzontles
el picotear sonoro
de un carpintero se oye
que en la punta de un árbol
su casa construye donde va a vivir
y un gorrioncillo salta
de una rama a otra
muy cerca de allí
Como estos pajarillos
hoy te canto Señor
pidiendo que nos unas
en fuerzas y en amor
te alabo por mil veces
porque fuiste rebelde
luchando noche y día
contra la injusticia de la humanidad
Mil campesinos unidos te cantamos
bajamos de los cerros
con nuestras alforjas repletas de amor
por ser el pencón
el guía y justiciero
por ser el tayacán
el tayacán de mi pueblo entero
Canten pijules, zanates y pocoyos
vengan los chichiltotes
los saltapiñuelas y el alcaraván
que cante el colibrí canarios y chocoyos
juntos con el macuá canten felices todos
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